Dios siempre responde a nuestra llamada y oración

Incluso Jesús buscaba a Dios en oración, son muchos los relatos en los que él se apartaba a orar y pasar tiempo con Dios. Con cuánta más razón deberemos nosotros mismos buscar a Dios en oración. ¡Oremos!

Dios siempre responde a nuestra llamada y oración. Siempre oremos y busquemos su presencia. Incluso Jesús buscaba a su Padre Dios en oración.

Dios siempre responde, nunca nos ignora. Pero bien es cierto que no siempre vemos respuestas a nuestras oraciones, o las que recibimos pasan ignoradas por nosotros. Dios siempre nos escucha, nos ama, y se preocupa por nosotros. Algunas oraciones tardan en obtener respuesta, requieren paciencia, fe y constancia. Otras oraciones son de respuesta rápida, llegan al momento. Dios tiene su tiempo, y siempre hay un motivo para la espera. Cuando su respuesta no llega, no necesariamente es que no quiera responder, que hagas algo mal, o no merezcas respuesta… es que simplemente trabaja en ello, y hay cosas que llevan su tiempo. Dios obra, siempre está obrando, por amor a nosotros nunca descansa.

Orando pide la presencia de Dios, pide que te ayude, pide que entre en tu corazón y mente, que cambie tu forma de ver las cosas, que te ilumine, de fe, esperanza y su Espíritu Santo. Dios siempre responde, y cuando le llamas, Él abre la puerta para ti. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7)