Oración por los problemas que abruman

Padre de todo lo que existe:

Mi corazón está hinchado del amor que siento por ti, porque me has dado las armas y las herramientas para ser feliz. Son tantos motivos para agradecerte que pasar mi existencia misma escribiéndote no bastaría, por todo lo regalado, por todo lo que me has dado hasta el día de hoy mi Señor.

La vida está llena de pruebas y obstáculos; y sé que en realidad apenas son retos que tengo por delante. Aun así, en ocasiones la mente se me abruma por tantas cosas que tengo que enfrentar y superar. Pero tú estás aquí, siempre junto a mí, dándome ese apoyo y consuelo que necesito en todo momento, salgan las cosas bien o mal.

Soy creación tuya, y sé que tú has dispuesto este mundo para mí. Todo lo sabes, todo lo conoces, así que con fe y esperanza he de saber esperar, pues cuando algo sale mal, algo mejor me está aguardando para más adelante. Cuando pienso en ello, mi mente se llena de regocijo, y sigo trabajando con las mismas ganas y ánimos de siempre… porque no hemos venido a este mundo a perder, sino a ganar; tú así nos quieres así: vencedores.

Paso a paso he de realizar todos mis proyectos, mis metas jamás deberán verse truncadas por la desesperación o por cualquier pensamiento dañino, porque tú nos quieres siempre vencedores, ¿cómo podría yo defraudarte?

Sean para ti mis oraciones en mis días o en mis noches, y que al pasar las hojas del calendario me dé cuenta que ha pasado mucho tiempo, y en consecuencia, he logrado todo lo propuesto gracias a ese pensamiento ganador del que me has dotado. Sean por ti todos mis esfuerzos, cada gota de sudor derramada, cada dolor de cabeza por intentar hacer las cosas mejor cueste lo que cueste, cada esfuerzo físico que se ve recompensado con la satisfacción de no haber desfallecido… Por ti yo haré lo que haga falta, porque mucho más me has dado y darás a mí.

Que mi esfuerzo valga para la gracia tuya y la dicha mía…

AMÉN.

© Autor: Shoshan